lunes, 2 de febrero de 2009

ESTRATEGIA NACIONAL SOBRE DROGAS


El Consejo de Ministros da el visto bueno a la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016
El Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016. Este documento marca las líneas maestras de las políticas sobre drogodependencias de los próximos ocho años en España, y su objetivo fundamental es adaptar las políticas sobre drogas a la nueva realidad social.
El Ministerio de Sanidad y Consumo ha elaborado un documento en el que se concibe el consumo de drogas como un problema de salud pública y que pone el acento en la prevención, buscando una mayor implicación de la sociedad en el abordaje del problema. El documento ha sido consensuado con todas las Administraciones y sectores sociales y científicos implicados.

Las últimas encuestas (Escolar y Domiciliaria), por primera vez desde 1994, España ha logrado romper la tendencia al alza en los consumos de drogas.

La Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 se trata de un documento de consenso, concebido como el gran acuerdo institucional, social y científico que permitirá garantizar una respuesta homogénea, equitativa y de calidad en todo el territorio español ante el problema de las drogas en los próximos ocho años. Su diseño coincide con la estrategia europea vigente, afirman fuentes oficiales.

La principal aportación ha sido la de las Comunidades Autónomas, a través de la Comisión Interautonómica del Plan Nacional sobre Drogas. Este espíritu de colaboración entre Administraciones ha permitido alcanzar un documento de consenso, ratificado por la Conferencia Sectorial y por el grupo Interministerial de Drogas. Por último, el 18 de diciembre de 2008 el Ministro de Sanidad presentó la Estrategia a la Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio del problema de la droga.

Este documento gira en torno a los seis principios: la evidencia científica, la participación social, la intersectorialidad, la integralidad, la equidad y el enfoque de género. Con respecto a la primera se afirma que todas las políticas deberán sustentarse en los avances demostrados científicamente. En cuanto a la participación social, debe traducirse en una mayor concienciación de la sociedad para que se involucre directamente en el problema. La intersectorialidad exige un abordaje multifactorial y multidisciplinar; y la integralidad incluye drogas legales e ilegales y prevé actuaciones encaminadas a la reducción de la demanda y al control de la oferta.

Con respecto a la equidad, estrategia garantiza la igualdad efectiva de todos los ciudadanos en el acceso a programas y servicios, y prevé reducir las desigualdades que afectan a las personas. Y en lo que se refiere al enfoque de género, éste se tiene en cuenta en las acciones de desarrollo de la Estrategia.


La Estrategia se desarrollará mediante dos planes de acción cuatrienales (2009-2012 y 2013-2016) y se someterá a dos evaluaciones, una intermedia y otra final. Entre sus objetivos, destacan: Promover una conciencia social frente al consumo, implicando a toda la sociedad como parte activa a la hora de afrontar el problema; aumentar las capacidades y habilidades personales para rechazar el consumo de drogas; retrasar la edad de inicio; disminuir el consumo de drogas legales e ilegales, rompiendo la imagen social del consumo asociado al ocio como algo "normal"; garantizar una asistencia de calidad, adaptada a las necesidades individuales, a todas las personas que consumen drogas; reducir o limitar los daños sobre la salud derivados del consumo de drogas; facilitar la incorporación social de los drogodependientes; incrementar el control de la oferta y los mercados ilegales de sustancias psicoactivas; aumentar los mecanismos de control económico sobre los procesos de blanqueo de dinero; mejorar la formación de los profesionales; fomentar la investigación; potenciar la evaluación sistemática de programas y actuaciones; y optimizar la coordinación y la cooperación.

Para lograr estos objetivos, la Estrategia incluye cinco ámbitos de actuación: Reducción de la demanda, de la oferta, mejora del conocimiento básico y aplicado, formación, cooperación internacional y la prevención, considerada clave en la estrategia.

Según informa el Gobierno, la gran apuesta de esta Estrategia es la reducción de la demanda, que comprende la promoción de la salud, la prevención del consumo de drogas y los problemas asociados, la disminución de riesgos y reducción de daños y la asistencia e inserción social. Además, la prevención del consumo es clave, con dos objetivos generales: aumentar las capacidades para rechazar la oferta de drogas y retrasar la edad de inicio en el contacto con este tipo de sustancias.

Las actividades de reducción de riesgos y reducción de daños tratan de evitar que el consumo experimental o esporádico se conviertan en continuado, y, sobre todo, limitar los daños sobre la salud que ocasiona el consumo de drogas y los efectos sociosanitarios indeseables relacionados con su uso.

Las actuaciones se complementan con las propuestas para reducir la oferta, un área en la que España goza de prestigio internacional. En este aspecto, los esfuerzos se centran en la mejora de los mecanismos operativos de la lucha contra la oferta de drogas y el fortalecimiento de la colaboración policial y judicial internacional.

El Informe también destaca la importancia que la Estrategia concede a la mejora del conocimiento científico y básico aplicado, y a la formación de los profesionales. Por último, subraya el refuerzo de la cooperación internacional, cada vez más profesionalizada.

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