Cuando afirmamos que la Psicología, como profesión, esta en desarrollo y cuando vemos que sufre procesos de modernización, como la nueva estructuración de la carrera a partir de los acuerdos de Bolonia y, tanto las facultades como las diversas asociaciones de profesionales se ponen a trabajar para modernizar y actualizar sus estructuras. El colegio profesional, y pongo como ejemplo el de la Comunidad Valenciana, se aferra a su historia y no se mueve apenas un ápice, en el organización interna.
Resulta llamativo y muy sorprendente, que todavía no exista la División de Psicología Clínica, solicitada reiteradamente y denegada otras tantas, cuando es la única especialidad reconocida de nuestra carrera, en la que contamos con un gran número de profesionales y otros muchos que la van a obtener, pero en cambio, no tenemos un reconocimiento en la estructura colegial y eso que pagamos la cuota colegial como el resto de colegiados y colegiadas.
En cambio, se mantienen perpetuamente y sin que el tiempo haga mella, diversas secciones y grupos de trabajo diversos, con nombres diferentes pero también con nombres parecidos en las tres sedes colegiales, que no sabemos a cuántos profesionales representan y no sabemos si a parte de las reuniones que tienen, desarrollan una labor de interés común para la profesión y para la sociedad.
Resulta llamativo que solamente existan Secciones en la sede de Valencia, mientras que grupos de trabajo hay en todas las sedes y, que haya Secciones como la de Psicoanálisis por ejemplo que tengan un grupo de trabajo con el mismo nombre. O que se mantengan nombres obsoletos como el de la Sección de sexología y planificación familiar, cuando a nivel institucional y para ajustarse a las nuevas necesidades se modificó el nombre de planificación familiar por el de Salud Sexual y Reproductiva.
En conclusión, que nuestro Colegio profesional debería revisar todas sus estructuras y ajustarlas a la situación actual, donde además nos sintamos todas y todos representados.
Resulta llamativo y muy sorprendente, que todavía no exista la División de Psicología Clínica, solicitada reiteradamente y denegada otras tantas, cuando es la única especialidad reconocida de nuestra carrera, en la que contamos con un gran número de profesionales y otros muchos que la van a obtener, pero en cambio, no tenemos un reconocimiento en la estructura colegial y eso que pagamos la cuota colegial como el resto de colegiados y colegiadas.
En cambio, se mantienen perpetuamente y sin que el tiempo haga mella, diversas secciones y grupos de trabajo diversos, con nombres diferentes pero también con nombres parecidos en las tres sedes colegiales, que no sabemos a cuántos profesionales representan y no sabemos si a parte de las reuniones que tienen, desarrollan una labor de interés común para la profesión y para la sociedad.
Resulta llamativo que solamente existan Secciones en la sede de Valencia, mientras que grupos de trabajo hay en todas las sedes y, que haya Secciones como la de Psicoanálisis por ejemplo que tengan un grupo de trabajo con el mismo nombre. O que se mantengan nombres obsoletos como el de la Sección de sexología y planificación familiar, cuando a nivel institucional y para ajustarse a las nuevas necesidades se modificó el nombre de planificación familiar por el de Salud Sexual y Reproductiva.
En conclusión, que nuestro Colegio profesional debería revisar todas sus estructuras y ajustarlas a la situación actual, donde además nos sintamos todas y todos representados.
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